LA BIBLIA Y EL ABORTO


QUE DICE LA BIBLIA SOBRE LA PRÁCTICA DEL ABORTO? 
En estos tiempos venimos contendiendo de manera muy profunda y constante el tema del aborto en las mujeres .
Este es un tema que preocupa por la cantidad de suceso que ocurren a diario en el mundo .
En este articulo trataremos de explicar y de arrojar  una luz a nivel bíblico sobre el tema del aborto.
En cierto modo literal la palabra aborto no aparece en la biblia , pero  si podemos encontrar un amplio número versículos donde se explica y se manifiesta el deseo de Dios con respecto a este tema .
Sin embargo, la enseñanza sobre el aborto sí aparece. Este mismo es el caso de otras enseñanzas. La palabra "Trinidad" no aparece en la Biblia, pero las enseñanzas sobre la Trinidad sí. En cualquier caso, alguien que quiera negar la enseñanza de la Biblia con respecto al aborto, la negaría aunque la palabra apareciera en ella.
Miremos algunas de las razones bíblicas por las cuales el aborto, la destrucción directa de un
niño en el vientre materno es tan terrible.

1)La Palabra de Dios o sea (La Biblia) nos  enseña que la vida humana es distinta de los otros tipos de vida, ya que los seres humanos están hechos de acuerdo y conforme a la imagen misma de Dios.
Las narraciones de la creación del hombre y la mujer que aparecen en el Génesis (Génesis
1:26-31; 2:4-25) nos dicen lo siguiente: "Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios
lo creó. Macho y hembra los creó." (Génesis 1:27). La palabra "crear" se utiliza aquí tres veces enfatizando un momento culminante dentro del proceso de Dios, haciendo al mundo y todo lo que en existe.
2) La Biblia enseña que los niños son una bendición.
Dios ordenó a nuestros primeros padres:
"Sean fecundos y multiplíquense" (Génesis 1: 28). ¿Por qué? Dios mismo es fecundo. El
amor siempre desemboca en la vida. Cuando la primera madre trajo al mundo al primer
niño, exclamó: "Gracias a Yahvé he podido tener un hijo" (Génesis 4:1). La ayuda del
Señor es esencial, ya que Él tiene dominio sobre la vida humana y el origen de ésta. Los
padres cooperan con Dios en traer una nueva vida al mundo. Debido a que todo este
proceso está bajo el dominio de Dios, es un pecado interrumpirlo. El profeta Amós condena a los amonitas, "Porque ellos al extender sus dominios abrieron el vientre de las mujeres encintas de Galaad" (Amós 1:13). "Son los hijos regalo del Señor, es el fruto del vientre premio suyo" (Salmo 127:3)
3) La Biblia enseña que el niño en el vientre un niño verdaderamente humano, quien tiene incluso una relación con el Señor.
La frase "quedó embarazada y dio a luz"es utilizada en repetidas ocasiones (ver
Génesis 4:1,17), y el individuo tiene la misma identidad tanto antes como después del
nacimiento. "Pecador desde el seno de mi madre" expresa el salmista arrepentido en
Salmo 51:7. La misma palabra es utilizada para el niño antes y después de nacido
(Brephos, es decir, "niño," es utilizada en Lucas 1:41 y en Lucas 18:15).
Dios conoce al niño no nacido. "Me tejiste en el seno de mi madre...mis huesos no
escapaban a tu vista cuando yo era formado en el secreto" (Salmo 139:13,15). Dios,además, ayuda y llama al niño no nacido.
"Me entregaron a Ti apenas nacido, Tú eres mi Dios desde el seno materno" (Salmo
22:11). "Hasta que me llamó por su mucho amor el que me había elegido desde el senode mi madre" (Gálatas 1:15).
4) La Escritura en repetidas ocasiones condena la matanza de los inocentes.
Esto fluye de todo lo que, hasta el momento, se ha visto. El dedo mismo de
Dios escribe sobre piedra el mandamiento “No matarás" (Éxodo 20:13; Deuteronomio
5:17) y Cristo lo reafirma (Mateo 19:18 -notar que Él primero menciona este
mandamiento). El Libro del Apocalipsis afirma que los asesinos no pueden entrar en
el Reino de los Cielos (Apocalipsis 22: 15).
La matanza de niños es condenada por Dios de manera particular a través de los
profetas. En la tierra que Dios dió a ocupar a su pueblo, las naciones extranjeras tenían la costumbre de sacrificar en el fuego a algunos de sus niños. Dios dice a Su pueblo que ellos
no deben tomar parte en este pecado. Sin embargo, sí lo hicieron, según lo narra el Salmo 106: "Sino que se mezclaron con ellos y los imitaron...Sacrificaron a sus hijos e hijas a los demonios. Derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos e hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; la tierra quedó manchada de sangre" (Salmo 106:35,
37-38).

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