La quinta palabra de Jesús, siendo crucificado



La quinta palabra de Jesús, siendo crucificado palabra de Jesús, siendo crucificado: Tengo sed. Juan 19: 28.

El pronunciamiento de esta palabra es muy doloroso para mí, y me imagino que para ustedes también,  ya que si analizamos el momento en que Jesús lo dijo, el camino y el proceso que había pasado no era el más confortable.

Ya que su cuerpo estaba completamente deshidratado, ya que caminando a pleno sol, llevando un tronco y siendo castigado sin haber tomado un poco de agua o algo para hidratarse , ya era bastante fuerte.

En el diario vivir nos movemos mucho y si  no tomamos  algo líquido a nuestro cuerpo, entonces le vendrá un momento en que  nos preguntará con alguna acción que les demos algo y si no lo hacemos entonces las consecuencias serán de muy mal agrado.
Esta vez el cuerpo de Jesús tenía necesidad de agua, pero cuando dije sed, él decía dos cosas:
1 - Todo estaba listo, es decir, la palabra se cumplía en mí.
2- La sed natural que tenía.

Le dieron vinagre, mezclado con Hiel,
es decir que le dieron esto, de modo que murió más pronto, ya que si tu cuerpo se calienta, en vez de agua te dan vinagre, esto te quemará rápidamente dentro y Hiel, estaba haciendo el papel
de comida, que aunque no pidió comida,
Le dio esto ya que ni siquiera le había metido nada en el estómago. El libro de los Salmos dice: "También me dieron hiel por comida, y me dieron vinagre para beber en mi sed.
Ahora,
1-Vemos en ¿Todo esto ?,
2-¿Cuál es la verdadera sed en todo lo que podemos notar, ¿cuál es la sed que Cristo requiere de cada uno de nosotros?
Usted sabe, por un simple pronunciamiento de su naturaleza divina que la sed habría sido satisfecha y satisfecha.

En esta expresión Jesús
Expresó su sufrimiento sincero.
Jesús tenía sed de nosotros, para que tú y yo pudiéramos beber el agua de la vida. (Juan 4:10, Apocalipsis 7:17; 21: 6; 22: 1,17)

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